Alexandra realizó un voluntariado en Nakuru, Kenya.

Esta era la vista desde la cima del cráter a las afueras de Nakuru, Kenia. En la primera semana de estar en la ciudad, seguimos el sinuoso camino por la empinada cuesta y encontramos esta magnífica vista.

Uno de los favoritas en Kenia, empezaba casi todas las mañanas con el chai y mandazi (similar a la rosquilla ). A veces, incluso tuvimos una pausa en nuestras mañanas en el hospital y las enfermeras me preguntaban si me gustaría ir a una tienda cercana y comprabamos algunos para deliciosa merienda.

Caminaba mucho durante mi día, esta es la vista desde la parte inferior de la colina Caminé hasta llegar a casa por la noche. Mi familia vivía en la cima de esta colina así que a menudo caminaba a lo largo cuesta arriba con los escolares locales o nuestros vecinos. Nunca hubo un día que carecía de una buena historia o de la mano de un niño al que aferrarse.

Durante mis 8 semanas de trabajo en el hospital ,A menudo me pasaba por el mercado de curiosidades (turista ) cuando entraba en la ciudad. Aquí, he hecho algunos amigos muy cercanos de Kenia, incluyendo Susan, cuya tienda aquí se muestra.

Como parte de mi pasantía en el Hospital General Provincial, trabajé en la maternidad Ward. Especialmente pasé parte del tiempo en su versión de Unidad de Terapia Intensiva Neonatal . Tuve la oportunidad de alimentar a los bebés, pesarlos, bañarlos y luego aprender acerca de sus condiciones de cualquiera de los médicos o enfermeras (como Alice ,arriba) con quien trabajé estrechamente.

A menudo las madres no sólo comparten las madres con sus hijos en el PGH, sino también con otra madre y el niño. Fue devastador ver y oír los gritos de los niños mientras esperaban horas para que el único médico que trabaja en todo el barrio pudiera atenderlos. Los médicos que yo seguía tenian infinitos conocimientos de las enfermedades infecciosas y tropicales; sin embargo, siempre estaban escasos de personal.

Estos son tres de mis alumnos favoritos, Margaret, Chaterine y Elizabeth del orfanato africano Escuela Vida Nueva, también he trabajé ahí al menos dos veces por semana. Además de trabajar en el hospital a tiempo completo, tuve la oportunidad de enseñar en una escuela local. Trabajé mucho con la "clase bebé " del jardín de infantes donde aprendimos Inglés y swahili, a octavo grado donde ayudé a otro voluntario, Anahita, con una clase de educación sobre el VIH / SIDA una vez a la semana.

Nuestros padres anfitriones tomaron a otro voluntario quien vivía conmigo al cercano lago Naivasha donde disfrutamos de una barbacoa de chivo y la compañía de nuevos amigos. A medida que el día iba llegando a su fin, tomamos un tour en barco y disfrutamos de un paseo tranquilo ... hasta que vimos hipopótamos!!

Un fin de semana, algunos de los otros voluntarios y yo nos dirrigimos hacia el borde de Kenia y visitamos la ciudad portuaria de Mombasa. Pareciendo casi como un país diferente, Mombasa estaba en la costa, predominantemente musulmán y llena de turismo. Nadando en el océano Índico y montando camellos fué un buen fin de semana, pero al final de los tres días, estaban otra vez listo para la tranquila ciudad de Nakuru .

Como parte del programa de ELI, pasamos 3 días en la Reserva Nacional del Masaai Mara. Pudimos ver muchos de la fauna africana, incluyendo los cinco grandes! Fue un hallazgo ver no sólo los elefantes, leones y guepardos, sino también un leopardo (aquí en el árbol con una presa fresca) y un Rhino Negro.

Pasamos un día fuera de Nakuru en la Casa del SantaTheresa de la Esperanza, este es un hogar para niños huérfanos que tienen VIH / SIDA. Vimos como los niños cantaban una canción y además bailaron para nosotros y almorzamos con ellos y jugamos durante el recreo. Fue sin duda uno de los días más emotivos y significativos para mi , junto con muchos de los voluntarios del viaje.

Esta es una de las pocas fotos que tomé en el mercado local, el cual vende productos como arroz, frijoles, pescado y huevos. Siempre estaba lleno de personas, había muy pco espacio para caminar, como para deternerme por un momento y tomar fotos. Siempre esra como una aventura!

Nuestra madre era dueña de un pub local donde pasamos muchos fines de semana de relax y volviamos a contar nuestras aventuras sobre cada uno de nuestros puestos de trabajo. No sólo fuimos capaces de llegar a conocernos mejor, pero también nos reunimos y charlamos comodamente con muchos lugareños.

En mi última semana en Nakuru viajamos a uno de los barrios bajos locales conocidos como Londres, que es en realidad el tiradero local. Como uno de mis días más memorables, nunca olvidaré ver a las decenas de casas hechas de láminas de plástico rotos y cartón. Las personas que viven aquí están constantemente luchando una batalla con el gobierno que argumentan que estas tierras pertenecen al gobierno, por lo que no se les permite vivir aquí. Por lo que el gobiernosiempre envia funcionarios a los barrios pobres de forma aleatoria para derribar sus casas y dejarlos sin un lugar donde. Hasta que ellos lo reconstruyen o se mueven a otro lugar para vivir en la calle.

Kenya tiene 42 tribus y ha ocurrido mucha violencia entre ellos en el pasado, sobre todo en las últimas elecciones. Sin embargo, imágenes como ésta me dieron la esperanza de que los ciudadanos de Kenia son la esperanza de un mañana mejor.