Natalie se ofreció como voluntaria en un orfanato en Quito, Ecuador .

En esta foto esta mi extensa familia anfitriona. Este fue mi último día en Ecuador . Yo vivía con una pareja y sus hijas adolescente. Definitivamente fue una manera fantástica de aprender español y realmente aprender la cultura de Ecuador . Me trataron como si fuera su propia familia y el último día fue muy emotivo. Esto es después del almuerzo, que es la comida más grande al medio del día y muchos miembros de la familia venían todos los días. La familia es fundamental para la vida en Ecuador.

Tuve mucha suerte de tener una increible familia anfitriona, ellos me invitaban a ir a todos lo lugares que iban si yo quería ir. Este es un hermoso parque en Quito, donde se puede ver toda la ciudad. Como se puede ver, Quito es enorme y esta rodeado de mosntañas. estoy muy agradecida de haber estado en esta ciudad, aunque el humo y la contaminación podrian afectarme algunas veces. Había mucho que hacer y un montón de cosas para ver.

Esta es la casa en la que me alojé con los Silva. Ellos vivían en el piso superior y otra familia vivía en el piso inferior. El alojamiento era muy agradable, aunque mucha gente en Ecuador no tienen estas casas bonitas. Fue muy interesante ver algunas de las formas más simples de la vida o tradicional, como el lavado de ropa . Una señora venía a lavar la ropa una vez a la semana y lo hacía con una tabla de lavar, todo el día y los dejaba colgando para secar.

Esta es la vista del orfanato desde afuera. Era casi en la esquina de una intersección principal en Quito y es bastante cerca de mi casa, así que podía caminar todos los días . Había alrededor de 40 niños, junto con algunas madres que vivían allí y muchos más niños para la escuela. Normalmente yo sólo ayudaba en las mañanas y había otros voluntarios de muchos otros programas y países.

Estoy aquí con mis tres niños favoritos ( Karen , Ruth y David) durante el verano. En REMAR , no hay mucho que hacer durante el verano. Tienes que estar muy motivado para crear juegos y jugar con los niños , o podías ofrecerte para ayudar a algunas de las señoras con las tareas domésticas. Fue muy gratificante estar allí durante el verano, porque tuve la oportunidad de conocer a todos los niños, en lugar de solo dar la clase en la escuela.

Tuvimos una fiesta para una de las niñas que estuvo ahí por un mes. Escuchamos música, bailamos y jugamos. Estuvo muy divertido, y fue muy lindo ver a todos los niños tan felices. Este fue uno de mis días favoritos en el orfanato. El único problema es que los niños comen muchos dulces!

En esta foto estoy con mucho de los niños y una de las señoras que ayudan en el orfanato. La chica más joven era otra voluntaria de Japón. Hay un montón de gente que toma clases de español por las tardes y voluntariado en las mañanas. Pensé en tomar clases de español, pero trabajar en el orfanato y vivir con una familia es aproximadamente la misma cantidad de inmersión que puedes conseguir!

La Mayoría de los Días Durante el verano quedabamos en el orfanato, pero hubieron 4 o 5 días durante el verano que tuvimos excursiones. Esta es una fotode cuando fuimos a una base militar justo al lado del Aeropuerto. Llegamos a ver el interior de viejos aviones de combate como el que esta Detrás de nosotros en la Imagen. También disfrutamos de popcorn y vimos aviones despegar desde el Aeropuerto. Siempre fue divertido llevar a los niños a la ciudad, porque estan todo el día en el orfanato.

Durante el verano también pintamos todas las habitaciones y las mesas. No habían sido pintadas en mucho tiempo, así que era increíble para ser capaz de proporcionar ese tipo de ayuda para la gente de allí y los niños. En su mayor parte los voluntarios únicamente pintamos las paredes, pero de vez en cuando algunos de los niños querían ver o ayudarnos, así que deje que David me ayude a raspar la pintura vieja de las paredes de éste. Naturalmente , como hacen los niños, unos minutos más tarde estaba fuera a jugar otra vez . Pero siempre estábamos agradecidos por la ayuda que nos dieron!

Este fue un día que fuimos a nadar en una piscina. Fue un poco como una excursión. Tuvimos que tomar unos 4 autobuses diferentes y la piscina estaba a una hora de Quito . Pero, sin embargo , los niños se lo pasaron de maravilla y nos estaban cansados de toda la diversión y se quedaron dormido en el bus de regreso a Quito . Eran los días en que me daba cuenta de lo mucho que iba a extrañar a los hijos y de la bendición que eran.

Yo llevé a una de las niñas que me había estado pidiendo ver a mi casa, almorzamos y despues volamos una cometa en el parque. Jessica y yo nos divertimos mucho y fue una gran oportunidad para darle un día lo que por lo general no reciben en el orfanato. Jessica tenía 6 hermanos y hermanas menores y aunque ella tenía sólo 9 años de edad, tuvo que hacerse cargo de ellos y no podía jugar muchos días. Ella al igual que muchos niños allí, anhelan la atención individual de los adultos y es tan fácil y gratificante para intensificar y jugar nuestro papel en este mundo. Trabajar aquí definitivamente me hizo añorar adoptar un día, o ayudar a los desfavorecidos.

Este fué mi ultimo día en el orfanato. Trabajé con la clase de segundo grado, pero solo por 2 semanas. La escuela se inicia en Septiembre y estuve ahí la mayoría del verano.Era totalmente diferente el ambiente en el colegio y estoy feliz de haber experiementado eso. Me puede acercar más a los niños solo en esas dos semanas . Había otros dos voluntarios que ayudanban con la clase y que sólo ayudaron a los niños, distribuyeron materiales y con cualquier otra tarea que el profesor necesitara. Hay niños que vienen de otros orfanato a REMAR de un pueblo cerca de Quito y otros niños que provienen de la comunidad que viven con sus padres a la escuela.

Aquí estan todos los niños en su hora de descanzo que tienen todo los días.

Aquí estoy viajando en Riobamba con otros dos voluntarios ELI , Katie y Amber . Encontramos de casualidad con este grupo de danza indígena y con gusto se tomaron una foto con nosotros. Una de las mejores cosas de Ecuador es que es muy rico en cultura. Ves a la gente indígena vestida con su ropa tradicional y todo el tiempo, incluso en Quito. Además, las personas eran siempre muy agradable y dispuestas a ayudar con todo lo que necesitabas en todo Ecuador.

Uno de los stands en Otavalo en su enorme mercado de los sábados. Otavalo está a sólo 2 horas de Quito, y todos los que visitan Ecuador deben ir allí. Durante mi visita allí, vi al Presidente de Ecuador y disfrutamos de los desfiles para el festival Yamor que tuvo lugar ese fin de semana. Otavalo es rico en la vida indígena y el lugar perfecto para comprar recuerdos! En resumen, esta fue una de las mejores experiencias de mi vida y ELI jugó un papel importante para que sea posible. Yo sugeriría a todos que consideren uno de los programas . Ecuador fue una elección fantástica, no puedo esperar a volver y visitar! Mi familia, los hijos, Quito y viajar todo fue una combinación perfecta para una experiencia inolvidable.